La CONMEBOL dio un giro inesperado a la Copa América al aumentar en tres partidos la sanción inicial de uno con la que castigó a Neymar en la jornada anterior. El jugador del Barça deberá estar cuatro encuentros de baja, uno por doble amarilla y otros tres por su altercado al final, por lo que no podrá volver a jugar en el torneo. En otro vaivén sinsentido de la organización, que ya había reducido de dos a uno la sanción después de darla, el Comité de Disciplina elevó la cifra de partidos de castigo a la estrella brasileña hasta dejarle sin lo que resta de torneo. Un castigo a todas luces exagerado si se analiza el incidente juzgado. Bacca, el otro expulsado en la acción entre Brasil y Colombia, tendrá que cumplir dos partidos de sanción.
Neymar fue sancionado con un partido por acumulación de amarillas y con otros tres por la roja directa. La primera la vio por dar con la mano un balón que había quedado suelto tras un rechace de Ospina, al filo del descanso. La roja, por su parte, vino por un pelotazo sobre Armero una vez concluido el choque y la posterior tangana que protagonizó con Murillo y Bacca, este último expulsado también. Dunga deberá buscar soluciones para jugar a partir de ahora sin su estrella, algo difícil de subsanar por lo visto anteriormente. La ausencia de Neymar merma muchísimo las opciones brasileñas de poder ganar la Copa América. El antecedente en el último Mundial sirve para saber que Brasil es uno con él y otro sin él.
La CBF, que ya había hecho oficial su descontento por los arbitrajes, incluso apeló ante el Tribunal diciendo que el linier del partido estuvo llamando ‘piscinero’ a Neymar todo el partido, lo que sacó de quicio al futbolista y sirvió de atenuante para actuar como lo hizo una vez concluyó el choque. Ahora tiene 24 horas para apelar la dura sanción y tratar de que el culé al menos llegue a la final. Brasil entera está escandalizada por una sanción dura, histórica y sin precedentes.
