Rafael Márquez (48′) y Alan Pulido (66′) empataron para México, luego de losgoles de Michael Bradley (14′) y Chris Wondolowski (27′) sobre un Tri inoperante, sin respuesta; el peor escenario se vivió, en el primer tiempo, en el Estadio de la Universidad de Phoenix:
Jugada detenida, jugada de conjunto, mano a mano… ‘Barras y Estrellas’ tiene idea, sabe a lo que va a Brasil 2014, sabe a lo que aspira; el Tri, el Tri…
Un solo tiro de Miguel Layún sobre la meta de Nick Rimando, lo más peligroso de los dirigidos de Miguel Herrera, aunque el disparo salió muy por arriba del arco, reflejo del cuadro azteca en suelo norteamericano.
Para el segundo tiempo, en el primer suspiro, Márquez aprovechó una pelota parada para vencer a Rimando; vértigo que aprovechó México. La premura por el empate, desesperación que se convirtió en revulsivo y los cambios del Tri no se hicieron esperar.
Fue todo para Moisés Muñoz, Carlos ‘Gullit’ Peña, Jesús Zavala y Miguel Layún; Alfredo Talavera, Raúl Jiménez, Juan Carlos Medina, Rogelio Chávez y Miguel Ponce, a escena.
Juego vertical, Estados Unidos ya no jugó en terreno del Tri, pero el contragolpe norteamericano es arma indeleble de ingeniería alemana. Momento para Landon Donovan, nervio en Glendale y los once mexicanos continuaron en el mismo son.
Tiro de Paul Aguilar, poste agónico que ahogó, un instante, el grito de gol; sin embargo, Pulido rubricó el empate, el deseo recargado por vencer al rival de siempre (que, en los últimos tiempos casi siempre gana) vio recompensa, pero eso es poco argumento para la justa venidera en Brasil, alago excesivo para un solo partido, donde la mínima exigencia es el triunfo, es un Clásico al fin y al cabo.
Y así se vivió en los últimos minutos. Johnson, en descolgada, marcó el tanto, se gritó el tanto, pero el juez de línea no lo validó; la respuesta, casi en segundos, llegó por parte de Ponce. Pelota en los linderos del área de Rimando, media vuelta de Miguel y el esférico rozó el palo superior: 2-2, el empate en Arizona se dictó.
